4 dic 2010

Antecedentes prehispánicos

La primera educación se desarrollaba en la casa paterna, buscaba inculcar en los niños las ideas de fortaleza y control de sí mismos. Era una educación informal en la que los símbolos y las representaciones tenían mucha importancia; a las niñas se les hacía saber que su lugar seria en el hogar y que su labor consistiría en “traer agua y moler el maíz, etc.”

¿Sabías que?...
Cuando nacían las niñas se enterraba su cordón umbilical cerca de la casa ya que según sus creencias su lugar sería el hogar y sus labores; por el contrario el cordón umbilical de los niños se entregaba a un guerrero para que lo enterrara en el campo de batalla, lugar donde se desarrollaría su vida y probaría su valor, ya que su “oficio” era la guerra.


Conforme el niño crecía se le enviaba al exterior para que llevara leña y agua a la casa, se le enseñaba a pescar y a conducir canoas; mientras que a las niñas se les “adiestraba” en el uso del malacate para hilar algodón, barrer la casa, moler maíz y toda aquella actividad del ámbito domestico. La educación de los infantes se relacionaba con el lugar en que se desarrollaría en la sociedad cuando fueran mayores.



Los planteles escolares

Existían 4 tipos de escuelas:
El Calmécac, (lugar de la hilera de las casas), era dirigida por sacerdotes y estaban destinados a la nobleza, aunque también asistían los hijos de comerciantes y algún plebeyo que se distinguiera por su inteligencia y valentía, en éste, los nobles se preparaban para ser sacerdotes o funcionarios de Estado por medio de una educación que acentuaba el sacrificio; estudiaban la retórica, aprendían a construir obras hidráulicas y monumentales, el uso de calendarios, la escritura jeroglífica, la adivinación y la poesía.

El Telpochcalli (casa de los jóvenes), estaba a cargo de maestros que se seleccionaban entre los guerreros reconocidos, asistían casi todos los plebeyos; se hacía hincapié en el trabajo y las actividades militares, pues se les preparaba para la guerra; se les encargaba tareas como barrer la casa común, cortar leña y cultivar tierras.

El Ichpochcalli (casa de las doncellas), eran dedicados a los dioses; estaba a cargo de sacerdotisas, se encontraban las jovencitas consagradas al templo durante determinados años o mientras contraían matrimonio, aprendían a confeccionar telas bordadas, participaban en diversos ritos.

El Cuicacalli (casa del canto), se impartían clases de canto, danza y actividades de culto religioso.

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