4 dic 2010

La apertura, la euforia y el descalabro 1971-1988

Tras la represión de 1968 el gobierno varió su política hacia la educación y los jóvenes. La creación de instituciones fue impresionante y el impulso de la ciencia y la tecnología, con los defectos que se quiera comenzó y no se ha detenido.

La retorica de la reforma educativa empezó antes de que el presidente Echeverría tomara posesión del cargo. La SEP anuncio que aun antes de definir por completo las aristas de la reforma, se dan los pasos para diseñar el cambio institucional. En 1972 se inició la reforma educación primaria y secundaria. Se trataba de dar un viraje a la estructura tradicional de tener materias aisladas unas de otras, de modo que se conformaron 4 áreas de estudio: matemáticas, lenguaje, ciencias sociales y ciencias naturales, con innovaciones pedagógicas como la teoría de conjuntos de matemáticas y lingüística estructural en español.

Se crearon los primeros Centros de Estudios Científicos y Tecnológicos para las ciudades, los Centros de Estudios Tecnológicos Agropecuarios para el campo y las poblaciones pequeñas, y los Centros de Estudios del Mar en las ciudades de las costas.


¿Sabías que?




El gobierno diseño el Colegio de Bachilleres, con un programa de estudios general, siguiendo el experimento de los Colegios de Ciencias y Humanidades (CCH) que fundó la UNAM en 1971.

Se creó el Colegio Nacional de Educación Profesional, el Conalep con 2 fines: preparar técnicos calificados para la industria y ofrecer oportunidades de enseñanza media a las familias de escasos recursos.

Entre 1978-1981 se contrataron miles de maestros que no recibían su primer cheque hasta 12 o más meses después. Además, eran asignados a lugares remotos, a veces como castigo, por disposición de los dirigentes de las secciones sindicales.


El presidente lanzó una campaña a favor de la educación superior. Los subsidios federales para las universidades públicas se incrementaron considerablemente; se permitió que se abrieran la puertas de la educación superior a quienes antes se les había negado y en consecuencia, las universidades crecieron y algunas se masificaron. La educación militar se reformó y se fundó la Universidad del Ejército y la Fuerza Área.

A fin de apoyar el desarrollo científico y tecnológico, así como la formación de investigadores y profesores de alto nivel, se creó el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, cuya labor más visible y redituable hasta el fin del siglo fue su programación de becas para estudios de posgrado y de apoyo a proyectos de investigación. El afán de institucionalizar iba en serio. Se promulgaron la ley federal de educación en 1973 y la de Educación para los adultos en 1975, con el propósito de normar y actualizar la acción del estado y de motivar la de los particulares.

Hubo recursos, contrataciones de maestros y la construcción de escuelas se multiplicaron se fortaleció la educación preescolar y surgió la inicial ya como institución.

Se fundó la Universidad Pedagógica Nacional, que ha sido asiento de lucha política y sindical desde antes de su inauguración, más que una institución de enseñanza, y poco ha contribuido a mejorar la formación de los docentes.

El Plan Nacional de Educación proponía la descentralización (transferir poder y decisiones del gobierno federal a los estados), mas el secretario Solano opto por la “desconcentración” (delegar y representar al secretario ante los gobernantes) administrativa de la SEP.

La rápida expansión de la educación primaria confirmo lo que ya se sabía: que la SEP era un aparato grande y burocrático y que debía reformar su administración con el fin de mejorar el servicio.

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